La epicondilitis o “codo de tenista” es una lesión bastante común que no afecta solo a los deportistas. De hecho, esta lesión, que afecta al tendón común de los músculos extensores de la muñeca y de los dedos, es una lesión provocada por exceso de uso o por sobreesfuerzos.
Es bastante común el dolor en el codo por el uso excesivo de prácticas deportivas como el pádel, tenis, handbol, etc. Pero no siempre es fácil determinar cuál es el problema. Además, es habitual que muchas personas tarden en buscar ayuda, pensando que el dolor ya les pasará. Sin embargo, es aconsejable buscar ayuda, lo antes posible, para evitar que la lesión que provoca dolor de codo progrese.
Los trastornos del codo pueden involucrar a los músculos del brazo, a los ligamentos del codo, a los tendones, a los huesos en el brazo o a las bursas. Los tratamientos para los trastornos del codo dependen de la causa subyacente.
La epicondilitis y la epitrocleitis son dos trastornos relacionados con el síndrome de codo doloroso que se pueden tratar con quiromasaje. Pero es muy importante acudir al médico para recibir un diagnóstico antes de iniciar cualquier acción.
La epicondilitis
La epicondilitis o “codo de tenista” es una lesión bastante común que no afecta solo a los deportistas. De hecho, esta lesión, que afecta al tendón común de los músculos extensores de la muñeca y de los dedos, es una lesión provocada por exceso de uso o por sobreesfuerzos.
El dolor suele empeorar al doblar la muñeca hacia atrás, al girar la palma de la mano hacia arriba, al agarrar algo con una muñeca rígida o al enderezar el codo. Mejora mucho con un tratamiento de rehabilitación, unido al farmacológico. El quiromasaje puede ayudar a mejorar la epicondilitis de manera considerable.
El trabajo para la recuperación de la epicondilitis suele ser lento y requiere un largo proceso. Sin embargo, la mayoría de personas responde favorablemente a un abordaje conservador, aunque es importante acudir de forma precoz a un médico especialista para diagnosticar y evitar que la lesión se convierta en crónica.
Además del tratamiento tradicional, el quiromasaje y el masaje deportivo como terapias complementarias son muy beneficiosos para ayudar a combatir la epicondilitis. El quiromasajista puede analizar la lesión y abordar los síntomas valorando qué músculos contribuyen más a la lesión y trabajará para disminuir el dolor, así como a normalizar el tono muscular usando técnicas de quiromasaje descontracturante de la musculatura y masaje transverso profundo, entre otras técnicas.
El vendaje funcional también puede ser útil en muchos casos para eliminar tensiones excesivas en las inserciones de los músculos.
Masajes para la epicondilitis
El quiromasajista podrá contribuir con estiramientos y movilizaciones realizados adecuadamente favorecer el fortalecimiento de los músculos implicados.
Para paliar los dolores de la epicondilitis se recomienda emplear las siguientes manipulaciones:
- Pases magnéticos sedantes. La principal función de esta manipulación es quitar la carga magnética que se pueda acumular durante la sesión. Consiste en acariciar suavemente con las yemas de los dedos lentamente y en sentido centrífugo.
- Vaciado venoso. Su función es eliminar de los tejidos el excedente sanguíneo producido por otras manipulaciones y otras causas y preparar los tejidos para aplicar otras manipulaciones, mediante un roce o frotación de profundidad media o moderada. También ayuda a evitar roturas de vasos sanguíneos durante el masaje.
- Amasamiento digital. Su función es enriquecer la zona que se está trabajando, aumentando el riego sanguíneo.
- Amasamiento digitopalmar. Esta manipulación sirve para amasar zonas musculares y que permite abarcar una mayor porción de masa muscular que otros tipos de amasamiento.
- Amasamiento pulpopulgar (para casos crónicos, sobre el tendón de inserción). Se realiza solo con los dedos pulgares de ambas manos, de forma alterna, para aumentar el torrente circulatorio y producir calor en la zona tratada.
- Fricción. Esta manipulación aumenta la temperatura de la piel.
- Rodamiento muscular. Es una manipulación relajante.
- Vibraciones. Su función básica es estimular la zona de aplicación.
- Presión de manos alternadas (pulgares). Su misión es la descontracción de la musculatura del antebrazo.
- Tecleteos. Actúan en la regulación del sistema nervioso, por lo que pueden ser estimulantes o relajantes en función de la situación del paciente cuando se aplican. Se aplican efectuando percusiones suaves con los diez dedos de forma ordenada.
Aunque, para los casos agudos, se recomienda que el paciente cese en su actividad deportiva durante el tiempo del tratamiento. También es recomendable que, después del masaje, se aplique hielo durante veinte minutos. Para la epicondilitis crónica también se recomienda el uso de cremas de calor.
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